En la edici“n del nueve de febrero publicamos un art-culo sobre los Cupones de Comidas (Food Stamps). En aquella oportunidad informamos que en la ciudad de Nueva York hay aproximadamente 717,000 personas que califican para recibir cupones y no aplican. La situaci“n es lamentable, porque de acuerdo a nuestras investigaciones la ciudad tiene fondos asignados para tal prop“sito, pero no se solicitan.
Según el concejal Hiram Monserrate hay un grave problema de comunicaci“n entre los inmigrantes y el gobierno, lo que hace dif-cil el acceso a la informaci“n y, por ende a los detalles del beneficio.
A pesar de ello, es importante que la persona sepa que cuando est¡ en un nivel de pobreza debe acercarse a organizaciones o navegar en Internet, y averiguar qu© opciones econ“micas tiene para mejorar su calidad de vida, m¡s si tiene hijos.
Es importante que se movilice. La ayuda est¡, s“lo hay que presentar los documentos solicitados y espe-rar por el cup“n, y si le da vergüenza mostrarlo en el supermercado, no se preocupe, es una tarjeta “tipo bancaria- que nadie nota su presencia. No es el cup“n tipo concurso, es s“lo el nombre.
Eric Gioia, representante de Long Island City en el Concejo Municipal, ha dicho: ninguna persona en Nueva York merece pasar hambre, as- es que an-mese.
Un dato importante sobre el tema es que los indocumentados con hijos nacidos en los Estados Unidos deben saber que tambi©n pueden obtener este beneficio.
Entendemos que un gran porcentaje de ellos con hijos ciudadanos reniegan a dar sus datos por temor a ser deportados, pero es importante “en este caso- que lo hagan por una cuesti“n de bienestar social. Adem¡s, los datos no son revelados.
El beneficio de los cupones de alimentos se realiza con la intenci“n de ayudar a las familias desafortunadas de los Estados Unidos. La entrega mensual es distribuida por el gobierno federal y est¡ dirigida a todas las personas, no importa la nacionalidad.