Padres objetan la medida y toman acciones para evitar la prohibici“n
POR PETE DAVIS Y CHRISTINA SANTUCCI
Cuando Ellen Weisman se enter“ que un juez hab-a votado a favor de mantener la ley municipal de prohibir el uso de celulares en las escuelas públicas, se desilusion“, pero prometi“ continuar en la lucha.
Weisman, residente de Queens, madre de dos hijos y una de los ocho querellantes en la demanda contra la Ciudad, dijo que necesita que sus hijos lleven siempre celular para mantenerse en contacto permanente con ellos. Ella no cree que la Ciudad deba prohibirle ese derecho.
“Como madre, pienso que el Canciller Klein no tiene derecho a decirme c“mo debo mantener seguro a mi hijo”, dijo Weisman.
Lewis Bart Stone, Juez de la Corte Suprema de Manhattan, dictamin“ que ninguno de los argumentos presentados por Weisman y el resto de los padres eran v¡lidos, y adem¡s trataron de persuadirlo para que revoque la ley que proh-be el uso de celulares en las escuelas.
“La Corte acertadamente sostiene que el Departamento de Educaci“n -DOE- tiene una base racional para adoptar esta pol-tica de los tel©fonos celulares, la cual no viola ningún derecho constitucional ni de los estudiantes ni de sus padres”, dijo Eamonn Foley, abogado principal del Departamento de Leyes de la ciudad de Nueva York.
Los padres que presentaron la demanda se llevaron una pequeña victoria cuando Stone determin“ por escrito que los directores de escuelas podr-an autorizar a los estudiantes llevar sus celulares en casos especiales o si el estudiante enfrenta una situaci“n delicada.
A pesar que la pol-tica de prohibir los tel©fonos est¡ vigente desde hace algunos años, algunos padres de familia se molestaron con el DOE cuando ©ste comenz“ a reinformar la ley en abril del 2006, cuando patrull“ las escuelas sin previo aviso, como parte del control de armas en las escuelas.
Padres de familia y l-deres comunitarios empezaron a protestar la medida, solicitando al Alcalde Bloomberg y al DOE que desistan de la misma.
Quienes est¡n a favor de la ley sostienen que los tel©fonos celulares distraen mucho a los estudiantes, y que con el constante avance en la tecnolog-a ©ste puede ser usado como instrumento para hacer trampa.
“Yo ser-a la primera en apoyar cualquier medida de castigo por no obedecer las reglas, pero tambi©n creo que no es tan dif-cil controlar los tel©fonos celulares”, añadi“ Wiesman.
“Mis hijos tienen muchas actividades y por eso debo estar al tanto de ellos. Tras lo que pas“ en Virginia Tech, lleven siempre su celular”, despach“ Weisman.
De su lado, el abogado Norman Siegel, especialista en derechos civiles y quien represent“ a los ocho padres en la demanda, dijo que est¡ considerando apelar la decisi“n del juez.
“Nos mantenemos comprometidos a revertir la prohibici“n y estamos se- riamente considerando apelar la decisi“n. No descansaremos hasta que sea levantada la medida”, sentenci“ el conocido abogado.