La primavera est¡ finalmente entre nosotros y con ella tambi©n la manada de fumadores agrup¡ndose en los pasillos de las empresas donde trabajan. Muchos de estos abandonados por la sociedad, los fumadores, hicieron una promesa de Año Nuevo para dejar de fumar -s“lo para fracasar usando el m©todo de abstinencia y voluntad propia. El estr©s de nuestras vidas diarias a menudo hace dif-cil abandonar malos h¡bitos, como fumar y comer alimentos grasosos.
Sin embargo, hasta el 15 de mayo, el Departamento de Salud Mental e Higiene de la Ciudad de Nueva Cork (DOHMH, por sus siglas en ingl©s) ayudar¡ a los fumadores que dejen el vicio. El DOHMH ha lanzado un programa para proveer parches de nicotina y gomas de mascar para quienes llamen gratis al 311, la l-nea de ayuda de la ciudad.
Nueve de cada diez fumadores quieren dejar de fumar, pero hacerlo puede ser muy duro, de acuerdo con el Dr. Thomas Frieden, Comisionado del DOHMH.
Anualmente, los cigarrillos acaban con la vida de 9,000 neoyorquinos – m¡s de 25 personas por d-a, según el DOHMH.
La Corporaci“n de Hospitales y Salud de la Ciudad de Nueva Cork (NYCHHC, por sus siglas en ingl©s) continúa ofreciendo programas gratuitos para dejar de fumar en el Elmhurst Hospital Center, 79-01 Broadway, en Elmhurst, y en Queens Hospital Center, del 82-70 de la calle 164 en Jamaica.
Según informa Free & Clear (Limpio y Libre), una firma que ofrece programas para dejar de fumar a empresas a nivel nacional, el costo que los fumadores representan a sus empleadores es de $157 mil mi-llones anuales, por gastos m©dicos y p©rdida de productividad.
En una compañ-a, el costo total por fumador, por año, est¡ sobre los $5,600 d“lares, incluyendo $1,882 por los recesos y/o descansos para ir a fumar durante la jornada laboral diaria, $1,623 por gastos m©dicos innecesarios y $341 por los d-as que falta al trabajo por enfermedad.
Nosotros, desde esta p¡gina, lo alentamos para que aproveche esta oportunidad y abandone su h¡bito mortal o para que ayude a un ser amado a que rompa el ciclo de la nicotina. Los fumadores tambi©n se ahorrar¡n una pequeña fortuna al no comprar m¡s cigarrillos.