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Continúa la lucha nacional por la reforma migratoria

POR ANGÉLICA PEÑA – Colaboradora

Tras las decenas de marchas que se realizaron a nivel nacional en apoyo a una reforma migratoria justa y humana, la lucha continúa sin pausa. Así lo dejó saber Cristina Jiménez, la coordinadora de inmigración del Centro de Integración Latinoamericana que movilizó a centenares de personas desde Queens hasta Union Square, donde se inició la marcha Primero de Mayo y que culminó en Federal Plaza, el edificio gubernamental de Inmigración ubicado al sur de Manhattan.
Con una notable menor participación que las marchas del año pasado, pero con la misma energía y pasión, la comunidad pidió una reforma justa con camino a la legalización y ciudadanía. Además, se escucharon consignas en las que se exigía que pararan las redadas y deportaciones.
“Tenemos derechos y la gente debe respetarlos. No pueden seguir separando a los niños de sus padres por las deportaciones masivas que se están realizando”, dijo Cristina Aparicio, inmigrante mexicana que participó con sus tres hijas en la protesta.
Según la Oficina de Inmigración y Aduanas, se registraron 221.664 deportaciones en el 2006, lo que indica un aumento del 20 por ciento en comparación con el 2005.
Javier Ored, quien asistió a la manifestación con su familia, dijo que apoyaba la lega-lización de las personas trabajadoras. “Tampoco podemos permitir que los patrones se aprovechen de nosotros porque no tenemos papeles. Nos pagan poco y no tenemos be-neficios”, señaló Ored, quien trabaja en construcción.
Carlos Canales del Centro de Trabajadores motivó a los participantes a rechazar un programa de trabajadores temporales y a la cri-minalización de los indocumentados, como propone el proyecto de ley H.R. 4437. “Hay que luchar por la legalización de millones de trabajadores y sus derechos”, dijo.
Por otro lado, quienes se oponen a una reforma, que son muchos y en diversas esferas de la sociedad norteamericana, argumentan que los indocumentados comprometen la seguridad nacional, son una carga pública y se niegan a integrarse a la comunidad y a la cultura estadounidense.
Al respecto, en Washington, el congresista republicano Dana Rohrabacher, representante del distrito 46 de Huntington Beach, Costa Mesa, California, se pronunció de manera se-vera contra los indocumentados.
“Los inmigrantes representan un horrible impacto en nuestra sociedad. Ellos llegan aquí y viven en una especie de bonanza, porque se dan cuenta que pueden obtener servicios gratis que no tendrían en sus países”, dijo Rohrabacher, cuyo duro testimonio fue transmitido en vivo por la cadena C-Span, desde la sala de sesiones del Congreso. “Vivimos un proceso que llevará a la bancarrota al país con estos millones de inmigrantes. Estamos viviendo una catástrofe con todo esto”, agregó el congresista.
Nueva York fue una de las 75 ciudades que registró marchas en todo el país y se calcula que unas 5 mil personas participaron provenientes de los cinco condados de la ciudad.
La lucha continúa, y por ello el Centro de Integración Latinoamericana invita a la comunidad hispana a seguir con la campaña en pro de la reforma y a participar activamente en el Comité de Reforma Migratoria que se reúne los miércoles a las 6 p.m. en la sede ubicada en 49-06 de la Avenida Skillman, en Woodside.